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CX2SA > GEO 22.02.06 18:58l 126 Lines 7845 Bytes #999 (0) @ LATNET
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La atm¢sfera terrestre nos protege de multitud de peque¤os proyectiles, del
tama¤o de granos de arena o de peque¤as piedras, miles de los cuales caen
sobre nuestro planeta diariamente. Al quemarse en la atm¢sfera forman las
conocidas estrellas fugaces. Los meteoritos rocosos de hasta algunas decenas
de metros de di metro se destruyen en la atm¢sfera al estallar debido al gran
calor de fricci¢n, lo cual es una suerte para nosotros.
Pero la atm¢sfera terrestre no frena los objetos m s grandes y estos pueden
causar un da¤o considerable si chocan contra la superficie; por suerte, son
objetos poco comunes. La energ¡a liberada en el impacto es muy considerable;
por ejemplo, el impacto de de un objeto de 35 metros de di metro libera una
energ¡a equivalente a la de una bomba nuclear de varios megatones (la bomba
nuclear lanzada en Hiroshima, liber¢ solo 15.000 toneladas de TNT; para reunir
un megat¢n se necesitar¡an 65 bombas como ‚sta); esto nos da una idea de la
potencia de tales impactos.
Se puede calcular la frecuencia con que suceden los impactos en la Tierra. Un
objeto de 10 m de di metro, que genera la d‚cima parte de un megat¢n de
energ¡a, ocurre de promedio cada 10 a¤os; suele explotar en la atm¢sfera, por
lo que apenas es nocivo. Un objeto de 1 km de di metro, que libera unos 100
mil megatones, impacta cada 100 mil a¤os. Los objetos de 10 km de di metro nos
impactan cada 100 millones de a¤os. Son los objetos de 1 km, antes citados,
los m s peligrosos para nosotros, por su relativa abundancia y su frecuencia
de impacto.
¨C¢mo evitar tales objetos? Si se detectan con la suficiente antelaci¢n,
podr¡an ser desviados o destruidos por una bomba nuclear de varios megatones,
aunque no se garantiza un ‚xito al 100%.
De todas formas, hay amenazas m s a corto plazo que nos pueden afectar, como
el deterioro del medio ambiente...
La biosfera, amenazada por el hombre
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Probablemente, va a ser el hombre y su acci¢n sobre el medio ambiente, el que
va a determinar las caracter¡sticas del futuro m s inmediato de la biosfera.
Dos rasgos fundamentales distinguen a la evoluci¢n humana de la del resto de
seres vivos: una r pida y potente evoluci¢n cultural, que se suma a la m s
lenta y com£n con otros seres vivos, la evoluci¢n gen‚tica, y como
consecuencia de esta cultura, una acci¢n sobre el medio ambiente de gran
envergadura, que ning£n ser vivo hab¡a producido hasta la fecha; como
consecuencia el hombre, puede influir sobre su propio proceso evolutivo, para
bien o para mal.
Y ah¡ est el peligro... el gran potencial intelectual de la especie humana es
capaz de modificar dr sticamente y de forma acelerada su medio ambiente, pero
este enorme poder intelectual que deriva de su acelerado desarrollo cerebral,
desgraciadamente, no va acompa¤ado de una acci¢n sabia sobre su ambiente, con
lo cual nuestra especie corre el peligro de autosuicidarse, al provocar un
deterioro irreparable en la biosfera, de la que depende.
Quiz el problema m s importante que sufre la humanidad es la superpoblaci¢n.
La naturaleza es sabia y cuando otras poblaciones de seres vivos, aumentan en
exceso, de forma natural se autorregulan, pues hay una resistencia ambiental
que frena el aumento excesivo de cualquier poblaci¢n; aparece escasez de
recursos, tales como alimento, espacio, luz... y sobrevienen enfermedades que
diezman las poblaciones; adem s los depredadores mantienen a raya a las
poblaciones de las presas, estableci‚ndose un equilibrio entre las poblaciones
de depredadores y presas; por lo tanto el exceso de poblaci¢n se elimina
naturalmente, mediante la acci¢n de depredadores, o de infecciones o de
mortandad a causa de falta de recursos y las poblaciones mantienen un cierto
equilibrio con su ambiente.
Pero en el caso de la especie humana, la cosa cambia: No tiene enemigos en
otros animales, ha logrado superar gran parte de las enfermedades microbianas,
los adelantos m‚dicos, impiden que haya una mortandad como en otros animales y
se reproduce a un ritmo considerable. Los enemigos del hombre son los propios
humanos; pero a pesar de las guerras, que existen desde que la humanidad hizo
su aparici¢n sobre el planeta y que en cierto modo son mecanismos
autorreguladores de las poblaciones humanas, la especie humana ha aumentado de
forma alarmante y lo sigue haciendo.
En el a¤o 1000 ‚ramos menos de 500 millones, en el a¤o 2000 llegamos a 6.000
millones y en 1930 no ‚ramos m s que 2.000 millones. El censo humano
sobrepasar los 9.000 millones en el a¤o 2050, si seguimos a este ritmo, en
esta explosi¢n demogr fica. La poblaci¢n humana aumenta en unas 10 mil
personas cada hora, 85 millones por a¤o. Y para m s agravio, la gran mayor¡a
de los recursos son consumidos por una minor¡a en los pa¡ses llamados
desarrollados.
Sumemos a este exceso de poblaci¢n, el enorme consumo de recursos naturales
que exige nuestro desarrollo tecnol¢gico y comprenderemos el injusto abuso al
que sometemos nuestro planeta.
Los dem s problemas ambientales son consecuencia directa de la superpoblaci¢n
humana y del consumo desmesurado de recursos ambientales debido al desarrollo
tecnol¢gico.
El consumo energ‚tico que conlleva el desarrollo humano radica actualmente en
las llamadas "energ¡as sucias", basadas en los biocombustibles f¢siles, carb¢n
y sobre todo, petr¢leo; estas energ¡as son altamente contaminantes, no s¢lo
por los gases nocivos que se desprenden a la atm¢sfera en su utilizaci¢n, sino
por los vertidos al mar (las mareas negras) y los residuos que generan, muchos
no biodegradables, como los pl sticos derivados del petr¢leo. Por nuestro
bien, es de esperar que se utilicen en un futuro energ¡as m s limpias: solar,
e¢lica, de biomasa,.... y sobre todo, la de fusi¢n, la energ¡a de las
estrellas, de gran potencia, aunque su tecnolog¡a, todav¡a no est
suficientemente desarrollada; como en un plazo de 50 - 100 a¤os, el petr¢leo
se agotar , el hombre se ver obligado a utilizar otro tipo de energ¡as;
esperemos que el deterioro ambiental para este futuro pr¢ximo no sea
irreversible...
Otra acci¢n negativa del hombre es el deterioro de espacios verdes, bosques y
selvas. Alrededor del 6% del rea continental se encuentra cubierta por la
selva tropical; cada a¤o se destruye el 1% de estas reas verdes del planeta.
Estas masas verdes son verdaderos pulmones del planeta que oxigenan el
ambiente (fotosint‚ticamente), atraen las lluvias al mantener un ambiente
h£medo, protegen al suelo de la erosi¢n, son el h bitat de gran cantidad de
seres vivos, son fuente de alimento y medicinas naturales... Nosotros, con
nuestra miop¡a intelectual estamos acabando con tales recursos naturales,
explot ndolos de forma desmesurada para obtener espacios abiertos para la
agricultura, ganader¡a, madera para las industrias madereras y del papel;
estas explotaciones quiz sean necesarias pero deber¡an llevarse a cabo de
forma m s comedida y racional sin que primaran intereses econ¢micos y
lucrativos dudosos, tales como obtener madera barata mediante incendios
provocados en los bosques, o para satisfacer intereses urban¡sticos. Con la
tala desmesurada de estos espacios verdes, favorecemos la desertizaci¢n,
privando a los terrenos de estos bosques y provocando la excesiva erosi¢n, con
el empobrecimiento o desaparici¢n de los suelos y la desaparici¢n de las
formas de vida. En la desaparici¢n de los bosques y selvas, tambi‚n
contribuyen los incendios, muchos de ellos provocados.
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